Los ‘empujadores’ llegan a la línea 4 del metro de Madrid para impedir que se colapse

Algunos os estaréis preguntado ¿qué es un empujador? Es normal que no lo sepas, este oficio solo existe en las principales estaciones de metro japonesas pero, ahora, parece que este curioso oficio se ha trasladado a la capital española. En las últimas horas, han circulado por las redes varias fotografías que indican que los famosos empujadores japoneses han llegado al Metro de Madrid.

El corte de la línea 8 de Metro de Madrid ha provocado que la estación de Avenida de América (línea 4) se vea afectada por una gran aglomeración de viajeros. Para agilizar y permitir que los trenes salgan cuanto antes, hemos podido ver a varios trabajadores de Metro ayudando a la gente a entrar al convoy. Es decir, trabajadores que se dedican a colocar (con más delicadeza que en Japón, todo hay que decirlo) a los viajeros.

Hasta la llegada del convoy se mantienen de espaldas a la vía vigilando la llegada de pasajeros y su colocación. Al llegar los vagones, están atentos de que la entrada se produzca con normalidad, y aconsejan dónde colocarse. Además, también agilizan la salida del tren al ayudar manualmente a cerrar las puertas del convoy.

NO ES LA PRIMERA VEZ

Esta experiencia no es nueva, ya que en el año 2007 Metro Madrid también "colocó" a su personal de seguridad en la línea 6 (que sufría numerosas averías) para realizar esta misma función. Fuentes oficiales de Metro Madrid evitan hablar de 'empujadores' o 'colocadores', prefieren utilizar las palabras "refuerzo de personal", sin embargo, la función es la misma: que el vagón esté lleno hasta el último hueco. Muchos pasajeros no han visto con buenos ojos esta medida y han compartido su descontento en las redes sociales, aunque todo apunta a que van a tener que acostumbrarse a esta situación hasta que la línea 8 vuelva a la normalidad.

Japón es un país de contrastes, vanguardista y muy curioso. Solo hay que ver la tecnología que usan en sus baños y lo meticulosos que son para la cocina pero la figura del 'empujador' nos despierta muchas dudas y, sobre todo, mucho agobio. ¿No te parece?